• ENGLISH: BELIEVING PRAYER

Hace un tiempo, mi hija tuvo un problema con sus dientes. Sentí que mi esposa y yo deberíamos ponerle las manos y orar por ella.

Pero mientras empezaba a orar, ocurrió algo extraño; me di cuenta casi inmediatamente de que no tenía la fe suficiente para orar por su sanidad.

Admito que tenía cierta incredulidad.

Entonces, ¿qué hice?

Bueno, en lugar de eso, elegí orar por la única cosa en la que sí tenía fe, que era que ella pudiera ver al dentista temprano, dentro de un día más o menos.

Ahora, algunos pueden no considerar esto como un gran milagro, pero conseguir una cita con nuestro dentista familiar es todo un desafío. Son populares, siempre están ocupados y es difícil conseguir una cita; por lo general hay que esperar dos o tres semanas.

Mi hija llamó al día siguiente y esa misma mañana tuvo su primera cita, supongo que debido a una cancelación.

Comparto esta historia porque para mí enfatiza la importancia de la fe en la oración.

Creo que el Espíritu Santo está instando a las personas a orar más, tanto individual como colectivamente. Pero si no tenemos cuidado, la oración puede convertirse en un montón de palabras vacías y sin sentido que no tendrán impacto alguno. Jesús dijo: »Y al orar, no usen ustedes repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. (Mateo 6:7).

En otras palabras, no es la cantidad de nuestras oraciones lo que es efectivo, sino la calidad, y con eso en mente, quiero hablar sobre una clave para aumentar la calidad de nuestras oraciones.

Debe ser una oración creyente.

Jesús dijo, Todo lo que pidan en oración, crean que ya lo han recibido, y les será concedido (Marcos 11:24).

Cuando entramos en un tiempo de oración, debe ir acompañado de un acto deliberado de fe.

Pero hay que notar cómo Jesús dice que debemos creer que la oración ya ha sido respondida. Necesitamos visualizar nuestra oración como un ‘fait accompli’, que según el Diccionario de la Lengua Española es un modismo francés que significa “algo que ya ha ocurrido; un hecho consumado”.

Esta es la oración creyente.

Echar palabras al aire es inútil sin un acto consciente de fe que acompañe nuestra oración.