Recuerdo claramente el día, hace más de 40 años, cuando el Espíritu Santo reveló el don espiritual que me había dado. Mi esposa y yo vivíamos en una pequeña casa de 600 pies cuadrados, de color naranja y techo plano. Era nuestra primera vivienda.
Estaba viendo un partido de playoffs de la NHL en una pequeña televisión que había colocado en la encimera de nuestra cocina. No recuerdo quiénes estaban jugando, pero mientras veía el partido, el Espíritu Santo me señaló a un jugador en particular y tuve la clara impresión de que iba a marcar en su propia portería.
Unos minutos más tarde, eso es precisamente lo que sucedió.
Ahora, marcar en propia puerta puede ocurrir fácilmente en un partido de hockey cuando un jugador contrario dispara y el disco rebota en un defensor y entra en la red.
Pero esto no fue lo que sucedió en este caso; el jugador defensivo intentaba despejar el disco delante del portero de su equipo, y lo golpeó tan mal que entró en su propia portería. Su portero no tuvo oportunidad.
Recuerdo lo impactado e incluso sorprendido que me sentí por esta revelación. El Espíritu Santo utilizó esto para llamar mi atención, revelándome que me había dado un don espiritual sobrenatural.
Creo que el Espíritu Santo hace esto por todos los creyentes. Él quiere que sepas que te ha dado un don sobrenatural y cuál es, y necesitamos estar atentos a las pistas que el Espíritu Santo nos dará.
¡Esto incluye a todos!
Al hablar de los dones espirituales que el Espíritu Santo ha otorgado a la iglesia, Pablo escribe: “Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común” (1 Corintios 12:4-7 NBLA).
Pero noten específicamente cómo escribe Pablo esto. Primero, dice que el Espíritu Santo ha capacitado “a todos” con un don espiritual. Y luego, para asegurarse de que estemos absolutamente claros, insiste en que “a cada uno” se le ha dado una manifestación o don espiritual.
Pablo proporciona una lista parcial de lo que estos dones pueden incluir en 1 Corintios 12:4-11: palabra de sabiduría, don de fe, dones (en plural) de sanidades, operación de milagros, profecía, discernimiento de espíritus, don de lenguas, e interpretación de lenguas.
Si eres miembro de la iglesia y has sido bautizado en el Espíritu Santo, entonces tienes un don espiritual.
Incluso si dices que no tienes uno, en realidad lo tienes, y sospecho que el Espíritu Santo ha estado tratando sutilmente de revelártelo.
Pero notamos en ese versículo que el Espíritu Santo otorga estos dones para el “bien común”. El don no está destinado a tu beneficio personal, sino para el beneficio de toda la iglesia. Es para que puedas ministrar a otros.
La única excepción a esta regla es cuando el Espíritu Santo está tratando de llamar tu atención y capacitarte en el don que te ha dado, pero incluso en este caso, se hace principalmente para el beneficio de otros.
En un artículo para Charisma News, Curt Landry escribe cómo Dios usó un don espiritual para ministrar a una persona que estaba sentada frente a él en un grupo de oración:
Hace años, me reuní con un grupo de personas para orar. Frente a mí, un hombre acababa de tomar asiento. Justo cuando se sentaba, vi, de la manera más sutil (podría haberlo pasado por alto fácilmente), un martillo cayendo sobre su cabeza. Fue solo una imagen en mi mente, no una gran experiencia abrumadora. Así que le dije: “Sabes, acabo de ver un martillo cayendo sobre tu cabeza”.
“Hoy me enteré de que me van a demandar”, respondió él.
El Señor me había dado una palabra profética para mostrarle a este hombre que Él estaba con él. El Señor quería que supiera que lo llevaría a través de esta prueba y que todo iba a salir bien.
Amados, el Señor desea hablar contigo a través de la profecía, los sueños y las visiones. La pregunta es: ¿estás prestando atención a las indicaciones sutiles de Dios, a esa voz pequeña y silenciosa? Quiero animarte a empezar a escuchar y buscar comunicaciones proféticas del Espíritu Santo, y luego usar Sus palabras para crecer en tu caminar y hablar vida a los necesitados.
Así que descubre tu don y comienza a usarlo.
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